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La Dieta Secreta

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domingo, 13 de julio de 2008

Una Carta al Cielo

Un niño de ocho años de edad se encontraba volando una cometa, le dio hilo e hilo y más hilo, la elevó lo más que pudo. Su intención era que la cometa se elevara lo más que pudiera hasta tocar el cielo. Soltó todo el hilo que tenia; pero los vientos fuertes de marzo hicieron que el hilo se partiera. La cometa comenzó a volar por el viento hasta perderse de los ojos del niño. La cometa voló hasta perder fuerza y comenzó a caer. La colorida cometa planeo y vino a parar en un árbol del patio de don Jerónimo. El peor lugar donde pudo caer. Don Jerónimo era un viejo amargado, los años y las malas experiencias lo habían hecho así. Odiaba que los niños se acercaran a su patio. La gente del pueblo no se acercaban a su casa, todo le molestaba. Al ver la cometa enredada en su árbol salió furioso a bajarla con la intención de hacerla mil pedazos. Se subió al árbol más rápido que un gato, al viejo los años no le habían quitado la rapidez ni la fuerza. Cojió la cometa, la bajó, y cuando la agarró para romperla, encontró un sobre que estaba pegada a la cometa. Se acerco para ver lo que decía; y decía:
Para mamita AL cielo

El viejo entro a su casa, buscó sus espejuelos y comenzó a leerla, la carta decía:

A mi mamá en el cielo 23 de marzo de 1985

Mamita quería decirte que eres la mamá más linda del mundo. Cuando te fuiste nos hiciste mucha falta a mi hermanita y a mi. Aveces de noche lloro pensando en ti y me gustaría que estuvieras viva conmigo. Pero yo se que estás con papito Dios. Mamita te pido que hables con papito Dios y le pidas que me deje ser un niño bueno. Pues yo se que si soy un niño bueno y busco de el, cuando muera podre ir al cielo y volver a verte. Te doy gracias por enseñarme a buscar a Dios y el camino al cielo. Y espero que esta carta haya llegado al cielo y cuando yo vaya para allá la tengas guardada. Dile a papito Dios que está a tu lado que lo amo y que amo a Jesús. Te amo mamita...

Te Ama : Ricky

Don Jerónimo no pudo contener el deseo de llorar. Por primera vez en su vida aquel amargado viejo comenzó a llorar. "Que tonto he sido" "tantos años de sufrimientos y tantos años de dolor se reducen en nada". " Yo un viejo rebelde, no entendía por que mi mamá que tanto le servía a Dios se murió y nos dejó solos siendo tan jóvenes, y ahora después de viejo comprendo que si de veras amaba a mi mamá y la quiero volver a ver tengo que buscar de Dios".

Al otro día aquel viejo por primera vez en su vida se asomó a una iglesia, entró y la gente del pueblo no podía creer que Don Jerónimo visitara la iglesia, por que todos sabían que era un viejo rebelde. Pero allí en aquella iglesia después del mensaje aceptó a Cristo y su vida de amargura paso, sintió una alegría tan grande en su interior que jamás pudo explicar.

Seis meses después Don Jerónimo partió con el Señor, de seguro aquella carta no cumplió con el plan del niño pero si con el plan de Dios. Ahora Don Jerónimo después de tantos años no le temía a la muerte, sino que sabia que la muerte lo re encontraría con su mamá.

jueves, 10 de julio de 2008

Una Flor


Había una joven muy rica, que tenia todo: un marido maravilloso, hijos perfectos, un empleo donde le pagaban muy bien, una familia unida. Lo extraño es que ella no conseguía conciliar todo eso, el trabajo y los quehaceres le ocupaban todo su tiempo y su vida estaba mal en algunas áreas. Si el trabajo consumía mucho tiempo, abandonaba a sus hijos, si surgía algún problema, ella dejaba de lado a su marido... Y así, las personas que ella amaba eran siempre dejadas para después. Hasta que un día, su padre, un hombre muy sabio, le dio un regalo: una flor muy cara y rarísima, de la cual había apenas un ejemplar en todo el mundo. Y le dijo: "Hija, esta flor te ayudará mucho más de lo que tu te imaginas! Únicamente necesitas regarla y podarla de vez en cuando, ocasionalmente conversar un poco con ella, y ella te dará a cambio ese perfume maravilloso y las más lindas flores." La joven la recibió emocionada, pues la flor era de una belleza sin igual. Mas el tiempo fue pasando, los problemas surgían, el trabajo consumía todo su tiempo, y su vida, que continuaba confusa, no le permitía cuidar de la flor. Ella llegaba a casa, miraba la flor y aun estaba ahí, no mostraba ningún signo de debilidad o muerte, siempre, linda, perfumada. Entonces ella pasaba sin prestarle mas atención. Hasta que un día, sin más, la flor murió. Ella llego a casa y se llevó un susto! Estaba completamente muerta, sus raíces estaban resecas, sus flores caídas y sus hojas amarillas. La Joven se hecho a llorar y le contó a su padre lo que había acontecido.

Su padre entonces respondió:
"Imagine que eso ocurriría, y no puedo darte otra flor, porque no existe otra igual a ella, era única, así como tus hijos, tu marido, tus amigos y toda tu familia.

Todos son bendiciones que el Señor te dio, pero debes aprender a regarlos, podarlos y dar atención a ellos, pues así como la flor, los sentimientos también mueren. Tu te acostumbraste a ver la flor viva, siempre florida, siempre perfumada, y te olvidaste de cuidarla. Cuida a las personas que amas!"

Y tu... ¿Cuidas de las bendiciones que Dios te ha dado? Proteges esa flor, pues forman parte de las bendiciones del Señor: El nos las da, más nosotros somos lo que debemos cuidar de ellas.

Lucas 10:41-42 "Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada."
Eclesiastés 3:1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

martes, 8 de julio de 2008

¿Para qué Simular?


Hace mucho tiempo, un emperador convocó a todos los solteros del reino pues era tiempo de buscar pareja a su hija. Todos los jóvenes asistieron y el rey les dijo: "Os voy a dar una semilla diferente a cada uno de vosotros, al cabo de seis meses deberán traerme en una maceta la planta que haya crecido, y la planta más bella ganará la mano de mi hija, y por ende el reino". Así se hizo, pero entre ellos hubo un joven que plantó su semilla y esta nunca llegó germinar. Mientras tanto, todos los demás participantes del singular torneo no paraban de hablar y de mostrar las hermosas plantas y flores que iban apareciendo en sus macetas.

Llegaron los seis meses y todos los jóvenes desfilaban hacia el castillo con hermosísimas y exóticas plantas. Nuestro héroe estaba demasiado triste pues su semilla nunca llegó a dar señales de vida, por lo que ni siquiera quería presentarse en el palacio. Sin embargo, sus amigos y familiares lo animaron e insistieron tanto que tomando valor decidió culminar el torneo mostrando con sinceridad el fruto de su semilla a lo largo de ese tiempo.

Todos los jóvenes hablaban de sus plantas, y al ver a nuestro amigo soltaron en risa y burla. Fue en ese momento cuando el alboroto fue interrumpido por el ingreso del rey. Todos hicieron su respectiva reverencia mientras el soberano se paseaba entre todas las macetas admirando los resultados.

Finalizada la inspección hizo llamar a su hija, y llamó de entre todos al joven que llevó su maceta vacía. Atónitos, todos esperaban la explicación de aquella acción. El rey dijo entonces: "Este es el nuevo heredero del trono y se casará con mi hija, pues a todos ustedes se les dio una semilla infértil, y todos trataron de engañarme plantando otras plantas, pero este joven tuvo el valor de presentarse y mostrar su maceta vacía, siendo sincero, real y valiente, cualidades que un futuro rey debe tener y que mi hija merece".
Cuando nos acerquemos al Señor mostrémonos tal como somos. De todos modos, Él ya nos conoce. ¿Para qué simular?

Marcos 4:22 "Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado, ni secreto que no haya de descubrirse."

lunes, 7 de julio de 2008

Siempre Hay Esperanza

Esta Reflexión me fue enviada por una persona muy especial que siempre dio y demostró su amor por los semejantes aun en los momentos más difíciles, la Sra. Marisol Miranda.

El Pastor y su Hijo

Todos los domingos por la tarde, después del servicio mañanero en la iglesia, el Pastor y su hijo de 11 años van al pueblo a repartir tratados a cada persona que ven. Este domingo en particular, cuando llegó la hora de ir al pueblo a repartir los tratados, estaba muy frío afuera y comenzó a lloviznar. El niño se puso su ropa para frío y le dijo a su padre, 'OK, papá, estoy listo'.


Su papá Pastor le dijo, ¿Listo para qué? Papá, es hora de ir afuera y repartir nuestros tratados. El papa respondió, 'Hijo, esta muy frío afuera y está lloviznando. El niño miró sorprendido a su padre y le dijo, 'Pero Papá, la gente se está yendo al infierno aún en los días lluviosos.

El Papá contestó, Hijo no voy a ir afuera con este tiempo. Con desespero, el niño dijo, Papá, ¿puedo ir yo? ¿Por favor? Su padre titubeó por un momento y luego dijo, Hijo, tú puedes ir. Aquí tienes los tratados, ten cuidado. '¡Gracias papá!'
Y con esto, él se fue debajo de la lluvia. El niño de 11 años caminó todas las calles del pueblo, puerta por puerta repartiendo los tratados a las personas que veía. Después de 2 horas caminando bajo la lluvia, con frío y su último tratado. Se detuvo en una esquina y miró a ver si veía a alguien a quien darle el tratado, pero las calles estaban totalmente desiertas. Entonces él se viró hacia la primera casa que vio, comenzó a caminar hacia la puerta del frente y tocó el timbre. Él tocó el timbre varias veces, esperó y nadie salió.
Finalmente el niño se volteó para irse, pero algo lo detuvo. El niño se volteó nuevamente hacia la puerta, comenzó a tocar el timbre y a golpear la puerta fuertemente con los nudillos. Él esperó, algo lo aguantaba ahí frente al la puerta. Tocó nuevamente el timbre y esta vez la puerta se abrió suavemente.
Salió una señora con mirada muy triste y suavemente le preguntó, ¿Qué puedo hacer por ti?, hijo. Con unos ojos radiantes y una sonrisa que te corta las palabras, el niño dijo, Señora, lo siento si la molesté, pero sólo quiero decirle que *JESÚS REALMENTE LA AMA* y vine para darle mi último tratado que habla sobre JESÚS y SU GRAN AMOR. El niño le dio el tratado y se fue.

Ella lo llamó y le dijo, 'GRACIAS, HIJO', y que DIOS te bendiga. Bien, el próximo domingo por la mañana el pastor estaba en el púlpito y cuando comenzó el servicio, dijo, '¿Alguien tiene un testimonio o algo que quiera compartir?
Suavemente, en la fila de atrás de la iglesia, una señora mayor se puso de pie. Cuando comenzó a hablar, una mirada radiante y gloriosa brotaba de sus ojos, 'Nadie en esta iglesia me conoce. Nunca había estado aquí, inclusive hasta el domingo pasado no era cristiana. Mi esposo murió hace un tiempo atrás dejándome totalmente sola en este mundo. El domingo pasado fue un día particularmente frío y lluvioso, y también fue en mi corazón donde llegué al final de la línea que no tenía esperanza ni ganas de vivir. Entonces tomé una silla y una soga y subí hasta el ático de mi casa. Amarré la soga y la aseguré a las vigas del techo, entonces me subí a la silla y puse el otro extremo de la soga alrededor de mi cuello. Parada en la silla, tan sola y con el corazón destrozado estaba a punto de tirarme, cuando de repente escuche el sonido fuerte del timbre de la puerta. Entonces pensé, 'Esperaré un minuto y quien quiera que sea se irá'. Yo esperé y esperé, pero el timbre de la puerta cada vez era más fuerte e insistente, y luego la persona comenzó a golpear la puerta con fuerza. Entonces me pregunté, ¿QUIEN PODRÁ SER? Nadie toca mi puerta ni vienen a verme, solté la soga de mi cuello y fui hasta la puerta, mientras el timbre seguía sonando cada vez más fuerte. Cuando abrí la puerta no podía creer lo que veían mis ojos, frente a mi puerta estaba el más radiante y angelical niño que jamás había visto. Su sonrisa, oh, ¡nunca podré describirla! Las palabras que vinieron de su boca hicieron que mi corazón, muerto hace tanto tiempo, volviera a la vida cuando dijo con voz de querubín, 'SEÑORA , sólo vine a decirle que JESÚS realmente la ama.
Cuando el pequeño ángel desapareció entre el frío y la lluvia, cerré mi puerta y leí cada palabra de el tratado. Entonces fui al ático para quitar la silla y la soga. Ya no la necesitaría más. Como ven, ahora soy una niña feliz del REY. Como la dirección de la iglesia estaba en la parte de atrás del tratado, yo vine personalmente decirle GRACIAS a ese pequeño ÁNGEL DE DIOS que llegó justo a tiempo y de hecho a rescatar mi vida de una eternidad en el infierno.
Todos lloraban en la iglesia, y le daban Gloria y honor al REY DE REYES, el Pastor bajó del púlpito hasta la primera banca del frente donde estaba sentado el pequeño ángel. Tomó a su hijo en sus brazos y lloró y gimió incontrolablemente.

Probablemente la iglesia no tuvo un momento más glorioso, y probablemente este universo nunca ha tenido un padre más lleno de amor y honor por su hijo.....Excepto por uno. Este PADRE permitió a su hijo venir a un mundo frío y oscuro. Él recibió a su hijo con una alegría inexplicable, y todo el cielo le dio gloria y honor al REY DE REYES, sentó su hijo amado a la diestra de su trono y le dio poder sobre todo principado y su nombre es sobre todo nombre, JESÚS.

Dios bendiga tus ojos por leer este mensaje. No permitas que este mensaje muera, léelo otra vez y pásalo a otros. ¡El Cielo es de su gente!

El Sabio de Egipto


Se cuenta que en el siglo pasado, un turista americano fue a la cuidad de el Cairo, Egipto, con la finalidad de visitar un famoso sabio. El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario era una cama, una mesa y un banco. ¿Dónde están sus muebles? Pregunto el turista.
Y el sabio, rápidamente, también preguntó: ¿Y donde están los suyos?
¿Los míos?, se sorprendió el turista. ¡Pero yo estoy aquí solamente de paso!
Yo también. Concluyo el sabio. La vida en la tierra es solamente temporal.
Sin embargo, algunos viven como si fueran a quedarse aquí eternamente y se olvidan de ser felices.

El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden.

Por eso existen momentos inolvidables y personas incomparables.

1. Dios no te preguntará que modelo de auto usabas; te preguntará a cuántas gente llevaste.
2. Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa; te preguntará a cuánta gente recibiste en ella.
3. Dios no te preguntará la marca de la ropa en tu armario; te preguntará a cuántos ayudaste a vestirse.
4. Dios no te preguntará cuan alto era tu sueldo; te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo.
5. Dios no te preguntará cuál era tu titulo; te preguntará si hiciste tu trabajo con lo mejor de tu capacidad.
6. Dios no te preguntará cuántos amigos tenías; te preguntará cuanta gente te considera su amigo.
7. Dios no te preguntará en que vecindario vivías; te preguntará como tratabas a tus vecinos.
8. Dios no te preguntará el color de tu piel; te preguntará por la pureza de tu interior.
9. Dios no te preguntará por que tardaste tanto en buscar la salvación; te llevar con amor a tu casa en el cielo.

Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

domingo, 6 de julio de 2008

Sin Levantar Polvo


Un día, un comerciante de caballos llevó dos magníficos corceles a un príncipe y los ofreció en venta. Ambos animales eran semejantes: jóvenes, robustos y de buena constitución. Pero el comerciante pedía por uno de ellos el doble de lo que pedía por el otro. El príncipe llamó a sus cortesanos y les dijo: Le regalaré estos magníficos potros al que pueda explicarme por qué uno de ellos vale el doble que el otro. Los cortesanos se acercaron a los dos animales y los observaron cuidadosamente, pero no pudieron descubrir ninguna diferencia que justificase una diferencia de precios tan grande. Ya que no comprenden la diferencia entre los dos caballos, será mejor probarlos, así podrán ver con mayor claridad por qué tienen un valor tan distinto. Hizo que dos jinetes los montaran e hizo que dieran algunas vueltas alrededor del patio del palacio. Ni siquiera después de esta prueba los cortesanos lograban entender la diferencia de precio entre los caballos.
Entonces el príncipe explicó: Habrán notado que, al correr, uno de ellos casi no dejaba rastros de polvo, mientras que el otro levantaba una gran polvareda. Por esto el primero vale el doble que el otro, porque cumple con su deber sin levantar tanto polvo."

Al parecer, la humildad y sencillez no son virtudes muy valoradas en nuestra época. Cumplir el deber con responsabilidad es muy cotizado hoy en día porque importan los resultados; también el estar preparado con estudios y experiencia práctica y el saber trabajar en equipo tienden a estimarse como cualidades invaluables; sin embargo la modestia y humildad de quien no presume de sí mismo, ni de sus cualidades, ni de sus logros -sintiéndose superior a los demás y merecedor de los más altos reconocimientos y remuneraciones no está bien visto. Hoy al igual que hace dos mil años: "en nuestra sociedad hace carrera el que más polvo levanta..." (Mateo 26,26).

"Levantar polvo", presumir de logros o cualidades personales, "hacerse notar", puede ser una manifestación de falta de afecto o de reconocimiento por parte de la familia, de los amigos o de los jefes en el trabajo que busca compensar el reconocimiento que otros no hacen sobre uno.

Puede ser también una señal de soberbia, de ser reconocido y alabado por los demás a los que se percibe como inferiores. En cualquier caso el hacerse notar, aunque uno sea realmente bueno, desdice de la calidad humana que no busca la recta intención de cumplir el deber como un servicio a los demás, sino ante todo, como una fuente de halagos y deferencias, centrando la acción no en el Tú o Ustedes, sino en el Yo. Pero ¿por qué el cumplir con el deber sin levantar tanto polvo puede llegar a ser una cualidad tan valiosa?

Quizá porque encarna a la humildad, y sólo la gente humilde es capaz de reconocer sus errores, que es el punto de partida de la superación personal. Sólo el humilde acepta la crítica constructiva de los padres, de los profesores o de los jefes y compañeros de trabajo; sólo los humildes reconocen cuando se equivocan y piden disculpas si ofendieron o afectaron a alguien con su mal proceder, con sus comentarios u omisiones.

La humildad también es una virtud excepcional porque gracias a ella no sentimos que lo sabemos todo y por tanto reconocemos que podemos aprender de los demás, aún de la gente sencilla. Sólo los humildes saben encontrar la riqueza en los demás.

La humildad de quien no levanta polvo además se agradece por que una persona presumida, jactanciosa y soberbia cae mal en todas partes y crea a su alrededor una atmósfera densa, ya que sólo se preocupa por sí mismo y se olvida de los demás, en cambio, el humilde y sencillo es fácil de trato porque es transparente, porque comparte logros y fracasos, porque se preocupa por los demás tanto como por sí mismo y, además, porque sabe escuchar y aprender de las experiencias de otros.

El humilde cumple su deber sin presunción, está abierto al diálogo y al conocimiento, aprende de sus experiencias, reconoce sus errores y es agradable, por eso vale "oro" comparado con el que simplemente es muy capaz.

sábado, 5 de julio de 2008

El Principio del "Boomerang"


Estoy convencido de que cuando las motivaciones de la gente son puras y genuinamente desean agregar valor a los demás, no pueden ayudar a otros sin recibir algún beneficio. La retribución pudiera ser inmediata o pudiera tomar largo tiempo en llegar, pero ocurrirá. Y cuando lo haga, la relación comienza a resonar con sinergia. Ustedes están probablemente familiarizados con la historia de Helen Keller, la muchacha sorda y ciega cuya vida fue transformada gracias a los esfuerzos de Anne Sullivan. Keller, quien solo tenía siete años cuando Sullivan llegó a su vida, vivía casi como un animal. Pero Sullivan la enseñó a comunicarse y le abrió el mundo a ella. Para
cuando Keller llegó a ser adulta, ella podía cuidarse a sí misma. Ella llegó a recibir un grado del Radcliffe College y se convirtió en una famosa escritora y conferencista. Lo que tal vez no sepan es que cuando Anne Sullivan enfermó años más tarde, la persona que cuidó de ella no fue otra que Helen Keller. La ayudadora se convirtió en la que necesitaba ayuda, y aquella a quien ella había agregado valor se volteó y agregó valor a su vida. Invirtamos en los demás, y tal como un "boomerang", tal inversión regresará, a veces de la manera menos esperada.

Extracto de "Ganando con Gente", por John Maxwell (Nelson) (Regal)
Fuente: Ministries Today Update, febrero 2005

Echa tu pan sobre las aguas; después de muchos días lo hallarás. Eclesiastes 11:1

Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Sal 126:5